miércoles, 24 de noviembre de 2010

La dura confesión de Yésica Marcos “Sí, me prostituí”

La campeona mundial interina supergallo de la AMB, que el viernes pasado defendió su cetro, confesó ante cámaras sobre su duro pasado, donde tuvo que prostituirse.
El panel del programa Las Doce (Canal 7), recibió este miércoles a la campeona mundial de boxeo, la mendocina, sanmartiniana para más datos, Yésica Marcos. Allí a la primera pugilista rentada mendocina se la vio bailar al ritmo del tema “El Bombón Asesino”, y contar cosas de su reciente pelea con la colombiana Yolis Marrugo, ante quien defendió su título interino de campeona supergallo de la AMB.
Pero no todo fueron rosas para la deportista ni preguntas livianas, ya que en un momento determinado, el conductor del programa mañanero, Marcelo Ortiz, metió muy profundo el bisturí con su requisitoria, y le consultó a la piba de San Martín sobre la etapa más dura en la vida de ella, su adolescencia, antes de conocer el boxeo. “En un momento te fuiste de tu casa. ¿Cómo vivías?, le preguntó.
Y allí la campeona quedó contra las cuerdas, se sintió atacada. “Si, me hice la rebelde y me fui”, contestó, ya con una sonrisa nerviosa. “Pedía en la calle”, respondió.
Y el bisturí se metió a fondo: “¿Es cierto que te prostituiste?”, le disparó Ortiz.
La campeona no solo estaba en las cuerdas, si no que recibía el castigo más duro que había imaginado, el que nunca sufrió en un ring. “Sí”, contestó, despacito, pero sacándose algo muy áspero del pecho, algo muy pesado. Y con el sí, salió también el veneno, las sombras negras que la persiguieron siempre.
Lo dijo ante las cámaras, y allí quedó de pié, recibió castigo y lo absorbió. Hasta se animó a sonreir Yésica. La campeona no cayó ante el duro rival que es el pasado, un pasado triste y duro, que de pronto, ante un millón de televidentes, salió al aire. Y allí lo miró de frente y le metió la piña más fuerte que pudiera largar, y lo hizo pedazos. Se liberó.
Finalizado el programa, Ovación Online quiso hablar con ella, tras semejante confesión.
“Que duras fueron, ¿no?, le dijo Yésica saliendo del set, a su técnico, hacedor, y casi padre postizo, Martín Díaz.
“¿Y como te sentís?”, le preguntó este cronista en las bambalinas del estudio de Canal 7.
“Bien”, dijo, chocando nerviosamente los guantes de su profesión, que había traído para mostrar junto a su cinturón. Saltaba de nervios y sonreía. Estaba casi feliz. Había enfrentado al peor de los fantasmas y lo había noqueado.
“Es mejor así, decirlo, a la gente no le va a molestar”, comentó luego. “No me gusta hablar de eso, pero es la verdad, y tenía que decirlo”, cerró sonriente y franca, con su cara de nena y toda su entereza.
No, Yésica Marcos, no le va a molestar a nadie, al contrario, ahora sos una autentica campeona, arriba y debajo del ring, hoy te coronaste como Campeona de la Vida. ¡Salud Yésica Marcos!

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